5 Materiales de construcción tóxicos para la salud y el medio ambiente
En la búsqueda constante de construir hogares, oficinas y otras estructuras, muchas veces no consideramos los materiales utilizados y sus impactos tanto en nuestra salud como en el medio ambiente. Diversos materiales de construcción, aunque efectivos en sus funciones, son peligrosos debido a su toxicidad, estos son alguno de ellos:
Asbesto
El asbesto fue un material de construcción popular debido a sus propiedades aislantes y resistentes al fuego. Sin embargo, es extremadamente peligroso cuando sus fibras son inhaladas. El asbesto puede causar enfermedades graves como el cáncer de pulmón, el mesotelioma y la asbestosis, una enfermedad pulmonar crónica.
Usos del asbesto en construcción:
- Aislamiento térmico para aislar tuberías, calderas, hornos y otros equipos que operan a altas temperaturas.
- Material de revestimiento y texturizado.
- Baldosas .
- Materiales para techos como tejas
- Paneles y placas de cemento ( estos productos se han utilizado durante mucho tiempo por su resistencia al fuego y durabilidad, sin embargo hoy se deben evitar y elegir otras opciones).
A nivel medioambiental, la minería y el procesamiento del asbesto liberan fibras tóxicas en el aire, contaminando el suelo y los cuerpos de agua. Además, la eliminación inadecuada de productos que contienen asbesto puede llevar a una exposición peligrosa. Afortunadamente, muchos países han prohibido o restringido el uso de asbesto, pero aún existen estructuras antiguas que contienen este material. La eliminación segura del asbesto es costosa y peligrosa, lo que complica la erradicación completa de este riesgo.
Plomo
El plomo ha sido utilizado históricamente en pinturas, tuberías y otros materiales de construcción. La exposición al plomo es altamente tóxica, especialmente para los niños, ya que puede causar daños neurológicos irreversibles, problemas de desarrollo y trastornos de aprendizaje. En adultos, la exposición al plomo puede llevar a problemas renales y cardiovasculares.
En el medio ambiente, el plomo contamina el suelo y las fuentes de agua, afectando la vida silvestre y los ecosistemas. Las tuberías de plomo en las infraestructuras de agua potable son una fuente significativa de contaminación, y la eliminación de estas tuberías es un desafío logístico y financiero considerable. La pintura a base de plomo sigue siendo un problema en edificios antiguos, donde la pintura descascarada libera polvo tóxico.
Formaldehído
El formaldehído se encuentra en adhesivos, resinas y paneles de madera contrachapada. Es un conocido carcinógeno, y la exposición prolongada puede causar irritación en las vías respiratorias y problemas respiratorios graves. Además, el formaldehído puede desencadenar reacciones alérgicas y asma.
Este compuesto químico también tiene un impacto negativo en el medio ambiente. Se libera en el aire durante la producción y el uso de productos que lo contienen, contribuyendo a la contaminación del aire interior. Los edificios nuevos, en particular, pueden tener niveles elevados de formaldehído debido a la presencia de nuevos materiales y muebles. Reducir el uso de productos que contienen formaldehído y optar por alternativas más seguras es crucial para mejorar la calidad del aire interior.
Compuestos Orgánicos Volátiles (COVs)
Los COVs son una amplia categoría de productos químicos que incluyen solventes, pinturas, lacas, selladores y productos de limpieza. Estos compuestos se evaporan fácilmente a temperatura ambiente, liberando gases que pueden ser tóxicos. La exposición a los COVs puede causar problemas respiratorios, dolores de cabeza, mareos y en algunos casos, daño hepático y renal.
Además de los riesgos para la salud humana, los COVs contribuyen significativamente a la contaminación del aire. En el exterior, reaccionan con otros contaminantes para formar ozono troposférico, un componente principal del smog. Este tipo de contaminación no solo afecta a los seres humanos, sino también a la flora y fauna. Optar por productos de bajo o cero COVs puede reducir significativamente la exposición y el impacto ambiental.
Cloruro de Polivinilo (PVC)
El PVC es un plástico versátil utilizado en tuberías, ventanas y revestimientos. Sin embargo, su producción, uso y desecho liberan compuestos tóxicos como las dioxinas, que son extremadamente peligrosas para la salud humana y el medio ambiente. Las dioxinas son carcinógenas y pueden afectar el sistema inmunológico, el sistema reproductivo y el sistema endocrino.
El ciclo de vida del PVC, desde su producción hasta su eliminación, está lleno de riesgos ambientales. La producción de PVC requiere el uso de cloro, lo que genera subproductos tóxicos. Además, la quema de productos de PVC al final de su vida útil libera dioxinas en el aire, contribuyendo a la contaminación del aire y del suelo. Buscar alternativas al PVC, como el uso de materiales reciclados o bioplásticos, puede ayudar a mitigar estos efectos negativos.
Hacia una Construcción Más Segura y Sostenible
La exposición a materiales de construcción tóxicos plantea riesgos significativos para la salud humana y el medio ambiente. A medida que avanzamos hacia un futuro más sostenible, es fundamental reconsiderar los materiales que utilizamos en la construcción. Optar por materiales ecológicos y seguros no solo protege nuestra salud y la del planeta, sino que también promueve prácticas de construcción responsables y sostenibles.
Innovaciones en materiales de construcción, como el uso de bioplásticos, maderas sostenibles y productos sin COVs, están emergiendo como alternativas viables. Además, la concienciación y la educación sobre los riesgos asociados con los materiales tradicionales pueden impulsar cambios positivos en la industria de la construcción.